En OSMO nos preocupamos por mejorar la salud, es por eso que constantemente actualizamos nuestros recursos para estar a la vanguardia en ciencia y tecnología que ayuden a mejorar la calidad de vida nuestros pacientes.

En esta ocasión tendremos la oportunidad de ofrecer las más reciente y eficaz tecnología de diagnóstico molecular: el servicio de Inmunohistoquímica (IHQ), que nos convierte en la única clínica en proporcionarlo en el estatal y regional.

El servicio de Inmunohistoquímica (IHQ) es la nueva estrella de OSMO, apostando por la calidad y la consistencia de los resultados que ofrece el equipo Ventana Pathway, el cual proporciona mejoras en el método, optimizando el proceso en la determinación de muchos de los marcadores más utilizados para diferentes enfermedades, ayudando a reducir tiempos de diagnóstico, entrega, eficacia y el costo-beneficio para el médico y el paciente.

¿Cómo funciona?

Los anticuerpos son células especializadas que produce nuestro organismo con la función de detectar antígenos (virus, bacterias o parásitos); circulan por la sangre y son específicos para cada amenaza, reaccionando a las diferentes proteínas que se generan con cada enfermedad. Uno de los métodos más utilizados para diagnosticar enfermedades con anticuerpos es la técnica de Inmunohistoquimica (IHQ).

La IHQ es un procedimiento histopatológico donde se utilizan anticuerpos diseñados específicamente para encontrar proteínas de interés en una muestra de tejido (Biopsia) y saber si presenta una enfermedad. Por lo general, esta técnica es utilizada para diagnosticar enfermedades cancerígenas a partir de la coloración de las células del tejido y su forma; es uno de los métodos más comunes debido a su bajo costo, precisión y facilidad.

En la IHQ utilizamos un anticuerpo primario hecho para reconocer específicamente la molécula que nos gustaría saber si se encuentra en el tejido, una vez colocado el anticuerpo primario en el tejido dejamos que viaje y se una a esta molécula. Tiempo después colocamos un anticuerpo secundario, el cual se une al anticuerpo primario para dar el color a las células que presenten las proteínas de interés en el tejido.

Finalmente se hacen lavados en el tejido para que solo queden las células que presentan el colorante; así poder determinar el grado de la enfermedad en el paciente a partir de una cantidad relativa de proteína que podremos observar al microscopio.

M.C. S. Juan Manuel Bravo Benitez